Para todos aquellos turistas que decidan realizar un viaje a España deben saber que es uno de los países donde el nudismo es casi un deporte. Tras recorrer varias playas podrán notar que la mayor parte de ellas están invadidas por todas aquellas personas a las cuales le fascina la idea de estar desnudos a pleno rayo de sol.
Pero desde se anulo la Ley de Escándalo Público, en el año 1989, la legislación española no considera que el nudismo fuese un delito. Legalmente, no existe en España ninguna orden que impida que las personas practiquen nudismo en lugares públicos. Sin embargo, cuando uno ya conoce sobre el tema se podrá ver que sólo se puede practicar el naturismo en lugares ciertamente destinados a esta práctica o en playas poco habitadas, siempre y cuando ninguna persona se queje frente al hecho.
Uno de los casos de mayor importancia que se ha vivido dentro de los últimos años, y el cual demuestra que el nudismo sigue siendo un hábito que molesta a gran parte de la sociedad, fue el caso en la cala Balmins, en Sitges (Barcelona), en agosto del año 1996. Lo que ocurrió fue que algunos nudistas decidieron ocupar la cala, una playa la cual no tenía el cartel que habilite a que sea una playa nudista. Tras este hecho se aglomeraron una gran cantidad de vecinos y decidieron protestar en contra del nudismo. Como consecuencia de la protesta se comenzó a imponer multas con un costo de 25.000 pesetas a toda persona que no cumpla con las ordene establecidas. A pesar de la protesta y de la sanción impuesta por las autoridades, la voz de protesta de los nudistas tuvo más peso y las sanciones fueron totalmente anuladas. Para muchos, esto fue tener mucha suerte, ya que este tipo de situaciones suelen ser bastante frecuentes, y no siempre tienen un final feliz para los practicantes del nudismo.
Por otra parte, en Cataluña, la Asociación para la Defensa del Derecho a la Desnudez, ha recurrido en varias ocasiones al Defensor del Pueblo de la Generalitat para que se garantice el derecho a la desnudez en la Comunidad Catalana.