El nudismo tiene en España una gran cantidad de adeptos, allí hay muchas playas, movimientos que lo avalan, y aunque pocos lo puedan creer; un poblado completamente Nudista.
Se trata de El Fonoll, que une la vida naturista, con el nudismo extremo. Este sitio ubicado geográficamente en Tarragona se ha convertido en la Meca Europea ( y podría decirse mundial también) del nudismo. Allí la premisa es no tener ropa, y es precisamente la forma de pasar más inadvertido; desnudo.
El lugar cuenta con más de 150 hectáreas que han quedado abandonadas tras la Guerra Civil, que hoy tienen una veta turística muy peculiar, y que albergan a una buena cantidad de personas que trabajan allí a cambio de vivienda.
Su gerente es Emili Vives, quien tiene más de cincuenta años, y pasa sus días sin nada más que algo en los pies y un reloj en su muñeca. El es quien ha determinado cuáles son las reglas en su lugar, que es lo que se puede hacer y lo que no, y con qué moneda se paga allí dentro lo que se quiere comprar.
Allí se reciben visitantes, tal como un precio turístico, y las únicas personas que habitan vestidas son quienes trabajan allí y se encargan del mantenimiento. No ha sido fácil para Vives poder escaparse de las persecuciones de la legalidad, pero aún así ha logrado que este lugar cuente con espacios para hacer yoga, hacerse masajes, leer en una biblioteca, una piscina, un restaurante y hasta una huerta completamente natural entre otra variedad de atracciones.
Para acercarse a conocerlo y permanecer allí es necesario saber, que obviamente la energía es a través de molinos de viento, placas solares y que el agua se extrae de pozos.
Las tarifas, según algunos de sus visitantes, no son costosos, ya que rondan los 45 euros por día o los 200 euros por mes si se quiere alquilar una casa durante todo el año, y acercarse cuando se quiera con la certeza de que habrá un lugar.
Por cuestiones normales, es más fácil encontrar visitantes en verano, ya que en invierno las reglas son las mismas y se tiene que continuar desnudo.
Antes de visitar este excéntrico lugar, hay que saber que las normas son muchas, y lo que se intenta allí es poder encontrarse con la naturaleza y descansar, por lo que no es para cualquiera. Durante la noche no se puede hacer ningún tipo de ruido, y hay horas determinadas para radio, música y tv; no se pueden sacar fotografías ni filmar sin previo aviso, no se puede fumar en los espacios comunes, y es obligación dejar estos sitios en perfecto estado de limpieza.
Es un sitio interesante, que cada vez tiene más adeptos, y que obviamente no deja de ser nombrado en toda España.